miércoles, 5 de octubre de 2016

PILOTO 15

Todavía había luz del día cuando regresaba al pueblo después del partido. Circulaba en su moto por una carretera nacional con bastante poco tráfico intentando encontrar la manera de ser fiel a lo que había visto en el terreno de juego sin ser excesivamente cruel con sus compañeros. El partido había sido un completo desastre. En la primera jugada del encuentro, un despiste en la zaga local les había permitido marcar y colocarse por delante en el marcador, pero sólo fue un espejismo. A partir de ahí, un equipo mejor, tanto técnica como tácticamente les paso por encima. Sus jugadores eran más fuertes, más rápidos y tenían más experiencia, así que en quince minutos ya les habían empatado, y desde ahí hasta que el árbitro pitó el final, monólogo del Linares. La derrota entraba dentro de la lógica porque se enfrentaban a uno de los favoritos al ascenso, pero el cinco a uno que reflejaba el marcador al final del encuentro, era mucho castigo para unos jugadores que n bajaron los brazos en ningún momento. Decidió que eso era lo que tenía que explotar, dejar clara la realidad: el rival fue superior, ya que es uno de los favoritos al título, pero los nuestros pelearon todos los balones hasta el último minuto, incluso cuando era evidente que el partido estaba perdido. Llevaba unas cuantas anotaciones de oportunidades por cada bando, y a mitad del partido, se había sorprendido tomando notas sobre los movimientos del rival en las jugadas de estrategia.

         -Eso no lo incluiré en la crónica –se dijo a si mismo- No se ni porque lo he apuntado.


Comenzaba a trazar las curvas que descendían al valle. Por suerte, el primero era uno de los desplazamientos más cortos, y al continuar las buenas temperaturas, había sido factible realizarlo en moto. Se pasaría por la pensión a escribir un borrador para Marta y luego lo comentarían entre los dos antes de que ella lo puliera, al fin y al cabo, ella era la periodista. Se le pasó por la cabeza hacer una visita a Jelena, pero el sábado en el cortijo fue intenso y hoy se había levantado con la pierna dolorida.

-Me parece que la rotura se agrandó con el esfuerzo de ayer, pero valió la pena.

Decidió tomarse una cervecita después de hablar con Marta y luego decidir, al fin y al cabo, el lunes tenían descanso y hasta la tarde del martes no le vería el médico.



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