jueves, 26 de octubre de 2023

Con un solo guiño

 


 

 

 

Si opinase de manera objetiva, tal vez no diría que es una mujer increíblemente bella, pero me resulta imposible ser objetivo con ella. Trenza sobre el hombro. Sonrisa perenne. Mirada seductora sin tratarlo, dulce, alegre, repleta de vida. En el trabajo siempre de riguroso negro, ropa, pelo, ojos… Contrasta con su piel clara. Por su nuca quiere asomar un tatuaje, ¿hasta dónde llegará? 

 


             Su cara cambia cuando nuestras miradas se cruzan. No se descifrarla. ¿Seria? ¿Nerviosa? La última vez que nos vimos nada salió como yo esperaba, apenas hablamos y todavía no sé por qué. Me marche al poco de verla llegar, entre cansado, ebrio y celoso porque entró riendo con un cachitas que no había visto en mi vida. No tengo motivo para estar celoso y tal vez celoso tampoco sea la palabra. Decepcionado, creo que la palabra que busco es decepcionado. Conmigo, con el mundo, con la vida, con esa moneda capaz de caer de canto si me dan dos opciones para elegir. 

 

                Una cerveza que no había pedido se materializa ante mí. No la ha traído ella, pero le sorprendo observándome desde la cocina. La blanca piel de sus mejillas parece ruborizarse. Comenta algo con la camarera que me ha puesto la caña y las dos ríen. Me saca la lengua de forma burlona y a mí me da la impresión de que la vida ya no es tan mala y que esta mierda de mundo, empieza a ser algo más bonito... 


4 comentarios:

  1. Una realidad abrumadora. Buen post. Saludos

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  2. Hola David, te sigo para poder interactuar. Feliz Halloween 🎃

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  3. No sé; si la cerveza hubiera venido con su número de teléfono...

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  4. Me agrada mucho comprobar que hay historias como esta, cargadas de esperanza y actitud positiva ante el mundo trastornado que nos rodea.
    Saludos.

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