El reto consiste en escribir un microrelato de máximo 250 palabras con la música como protagonista. Me he permitido la licencia de traducir parte de la canción, aunque no se si habré cometido algún error de busto (mi inglés es como yo, bastante limitadito)
Podría decir que estaba pasando una mala racha, aunque decir que el último año de mi vida había sido una puta mierda se acercaba más a la realidad. Por eso, en el momento en que mis sobrinos me propusieron una escapada a Liverpool, no lo dudé ni un instante. Cuando una vez allí, me arrastraron a Anfield Road y me enseñaron las tres entradas, se me erizó la piel: sabían que para mí aquello sería cumplir un sueño.
No cabía ni un alma más en el estadio. Un manto rojo cubría las gradas justo antes de que comenzaran a sonar los primeros acordes que hicieron que se elevasen una infinidad de bufandas y miles de voces se transformaran en una:
“Cuando camines a través de la tormenta, mantén tu frente alta y no tengas miedo a la oscuridad”
Siempre había querido verlo en directo y aunque mi inglés es de los de “just a little”, entendía perfectamente lo que querían decir. Me había emocionado al verlo por televisión, pero sentir a mis dos enanos gritándolo con los brazos entrelazados a mi cintura me hizo sentirlo de otro modo.
“Continúa caminando a través de la lluvia, continúa caminando a través del viento, aunque tus sueños sean pisoteados. Continúa caminando, continúa caminando con esperanza en tu corazón, porque tú nunca caminarás solo. Tú nunca caminarás solo.”
El partido resultó bastante aburrido, pero tengo que reconocer que nunca he vuelto a ser tan feliz en un campo de fútbol .
La música impregnaba el tiempo del partido. Para mí es un reto más que conseguido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues creo que poco más queda por decir, David. El camino es mejor hacerlo acompañado, mucho mejor todavía si además es junto a las personas a las que quieres.
ResponderEliminarNo soy nada futbolero, creo que eso le he dejado claro en muchas ocasiones, pero momentos como el que describes son para quitarse el sombrero.
Muchas gracias por participar, David. Un abrazo.
La música está en todas partes, sentirla en ti en un instante de euforía, felicidad y alegría. También la puedes sentir dentro del dolor, porque se manifiesta en cualquier sinfonía, al ritmo de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, David. Precioso el mensaje que transmite tu micro. Nada como la música cambia el estado de ánimo con tanta facilidad. Es algo muy mágico, ¿verdad?
ResponderEliminarDos grandes pasiones entrelazadas en el estadio de este relato! Je, je! Un abrazote!
ResponderEliminarHola David, es en el estadio de fútbol todo se magnífica y el Liverpool, envuelto por la música junto a tus retoños son palabras mayores. Vive la experiencia en el campo del Barcelona con mis dos hijos mayores y te entiendo perfectamente. Ver su entusiasmo te llena de gozo.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo tampoco soy nada futbolera pero tiene q ser emocionante cantar abrazado a alguien querido este precioso himno ...Me ha gustado mucho tu micro...Ojalá nunca olvidáramos el..You'll never walk alone.. sobre todo cuando más solos y perdidos nos sentimos. Q todo vaya mejor!!! Un placer!
ResponderEliminarHola David menudo relato y momento de ser parte de un todo y cantar esa canción tiene que ser catártico. Reltazo. Un saludo.
ResponderEliminarHola David. No es comparable ver un partido en directo que a través del televisor, vivir ese ambiente con un campo lleno es diferente, y más si hay el sentimiento que le pone la afición. Luego está la cara negativa del fútbol, que también la tiene, pero esa es ya otra historia. Un abrazo.
ResponderEliminarHola David, yo no soy muy del futbol pero entiendo que vivir ese momento con toda la afición en el campo cantado es algo inolvidable.
ResponderEliminarUn abrazo
Puri
Mucho mejor esa canción/himno futbolístico que el alirón, alirón. La verdad es que me ha sorprendido la letra tan profunda que tiene.
ResponderEliminarNo soy de fútbol, pero comprendo la sensación de los pelos de punta al vivir un momento así.
Gracias por compartirlo.
Un abrazo.