Cruzó la
calle con la cabeza baja. Todavía no había terminado el partido en el interior
del estadio, pero la verdad es que el resultado no le importaba lo más mínimo;
hacía demasiado tiempo que los resultados habían dejado de importarle. Torres
le esperaba en un pequeño bar que hacía esquina junto a un parque infantil. Una
pelota llegó rodando hasta sus pies. Un niño rubio, de unos cinco años, llegó
corriendo y salió chutando en la otra dirección.
-¿Qué se dice? – le
corrigió su padre.
-¡Muchas gracias, señor!
– gritó el crio mientras golpeaba el balón con la pierna izquierda.
Por un momento envidió a ese hombre que
disfrutaba de la mañana del domingo jugando con su pequeño. Le recordó a su
hijo Sergio. El habría cumplido cuatro años algún día del mes pasado, ¿o hace
dos meses?, la verdad es que no lo recordaba bien. ¡No! Fue a principios de
este mes, el 7 de Mayo. Sí, estaban jugando la recta final de la temporada, fue
el 7 de Mayo.
Entró en el bar sin saludar y se sentó
en la mesa que ocupaba su agente. Estaba tomando una cerveza sin alcohol y
junto a ella tenía un plato de aceitunas partidas. David pidió una mediana
mientras reconocía un gesto de reproche en la cara de su amigo.
- Deberías dejarlo -le dijo sin mirarle
a la cara- Ya no por tu rendimiento, sino por tu salud.
David cogió la cerveza y le dio un
largo trago. Estaba muy fría, como más le gustaba, y su amargo paladar mejoraba
notablemente el mal sabor de boca que le había quedado tras su excursión al
lavabo del vestuario.
-Es lo mejor para la resaca -contesto
con una sonrisa forzada- Además, ya puedo disfrutar de mis vacaciones, ¿no?.
- No voy a seguir contigo. No puedo
seguir perdiendo tiempo en campos de regional cuando tengo representados en
algunas de las mejores ligas del mundo. -Sus manos jugaban con la copa de
cerveza y su mirada estaba fija en el dedo de espuma que la cubría- He hablado
con 9 equipos entre 2ªb y 3ª y no ha habido forma de colocarte. Tengo un amigo
que preside un pequeño equipo en el sur, cerca de mi pueblo. Es un recién
ascendido a la 1ª andaluza, tiene el presupuesto más bajo de la categoría y la
ficha no podrá ser muy alta.
Se detuvo para echar un trago mientras
seguía con la mirada fija en la copa, como si no se atreviese a mirar a la cara
de su protegido. David apuró su botella y con un gesto a la barra pidió otra.
- Te ofrecen vivienda y el sueldo justo
para vivir, pero si quieres permitirte algún capricho, tendrás que sacarlo de
otro sitio. Con la ficha que te pueden pagar (y créeme, ellos harán un gran
esfuerzo económico para poder ofrecerte esa cantidad) sólo tendrás para comer
si te administras bien y no haces tonterías, algo que por otro lado, me
sorprendería bastante. Tendrás que buscarte algún trabajo adicional, pero si te
decides, la misma directiva te ayudará a buscar algo compatible con los
entrenos.
La resignación se leía en la cara de su
jugador, pero eso a él no le preocupaba. En estos momentos estaba mucho más
preocupado por reprimir las lágrimas que por la opinión David. Para él se había
convertido en uno más de sus hijos. Le dolía todo lo que había sufrido durante
los últimos 10 años, pero sobretodo le dolía no haberle podido recuperar para
el fútbol. Lo había intentado todo, los dos sabían que lo había intentado todo,
pero David llevaba demasiado tiempo sin poner nada de su parte.
- No te preocupes Pepe -le cogió de la
mano y sonriendo le guiñó un ojo- Te comprendo perfectamente.-Cogió una
aceituna y se la llevó a la boca: tal vez el cambio de aires le fuese bien.
- En el pueblo comerás muchas de esas,
y mucho mejor aliñadas- Torres parecía algo más relajado- Hay pocas aceitunas
como las de Jaén.
Continuaron hablando durante un buen
rato. David le preguntó por la situación de algunos jugadores con los que había
coincidido a lo largo de su carrera y Torres le fue informando de todos y cada
uno de ellos. Al día siguiente tenía que coger un avión hacia Londres para el
que iba a ser uno de los traspasos más sonados del verano. Además de este,
tenía que cerrar negociaciones en Mallorca, Sevilla y posiblemente mandase un
par de chavales que aquí no tendrían sitio a coger experiencia en la 1ª
división griega.
- No hay mucho nivel, pero los clubes
pagan bien. Los chavales tendrán minutos y ganarán experiencia porque tanto los
medios como el público meten bastante presión.
David le miró sonriendo. Era un buen
hombre. Trabajaba mucho para conseguir lo mejor para sus jugadores aún
renunciando a veces a parte de su comisión para que sus representados lograsen
sus pretensiones. La verdad es que tenía razón cuando decía que no podía seguir
malgastando su tiempo en campos de 3ª o de regional, tenía asuntos más
importantes y rentables que tratar en las grandes ciudades.
- ¿Cuando tengo que contestar a tu
amigo?
Empezaba a entrar gente en el bar. El
partido acababa de terminar y el equipo de David había remontado en la 2ª
parte. Ningún aficionado le dijo nada, la mayoría ni le reconocieron.
- Quiere cerrar la plantilla como mucho
en 10 días. Es un club pequeño, de un pueblo pequeño y formado en su mayoría
por gente de la casa. Tienen unas instalaciones bastante buenas para la
categoría y una de las mejores escuelas de fútbol de la zona. El pueblo es muy
bonito y la gente muy agradable. Creo que es una buena opción.
-A tu vuelta de Londres te llamo.
La verdad es que no era una buena
opción, era la única. Se despidieron con el compromiso de hablar en 3 o 4 días,
pero el jugador tenía las cosas cada vez más claras. Una última temporada para
poder vivir de esto mientras intentaba buscar algo que le diese de comer el
resto de su vida.
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