martes, 19 de julio de 2016

PILOTO 2

Cruzó la calle con la cabeza baja. Todavía no había terminado el partido en el interior del estadio, pero la verdad es que el resultado no le importaba lo más mínimo; hacía demasiado tiempo que los resultados habían dejado de importarle. Torres le esperaba en un pequeño bar que hacía esquina junto a un parque infantil. Una pelota llegó rodando hasta sus pies. Un niño rubio, de unos cinco años, llegó corriendo y salió chutando en la otra dirección.

-¿Qué se dice? – le corrigió su padre.

-¡Muchas gracias, señor! – gritó el crio mientras golpeaba el balón con la pierna izquierda.

        
         Por un momento envidió a ese hombre que disfrutaba de la mañana del domingo jugando con su pequeño. Le recordó a su hijo Sergio. El habría cumplido cuatro años algún día del mes pasado, ¿o hace dos meses?, la verdad es que no lo recordaba bien. ¡No! Fue a principios de este mes, el 7 de Mayo. Sí, estaban jugando la recta final de la temporada, fue el 7 de Mayo.


         Entró en el bar sin saludar y se sentó en la mesa que ocupaba su agente. Estaba tomando una cerveza sin alcohol y junto a ella tenía un plato de aceitunas partidas. David pidió una mediana mientras reconocía un gesto de reproche en la cara de su amigo.


         - Deberías dejarlo -le dijo sin mirarle a la cara- Ya no por tu rendimiento, sino por tu salud.


        
         David cogió la cerveza y le dio un largo trago. Estaba muy fría, como más le gustaba, y su amargo paladar mejoraba notablemente el mal sabor de boca que le había quedado tras su excursión al lavabo del vestuario.


         -Es lo mejor para la resaca -contesto con una sonrisa forzada- Además, ya puedo disfrutar de mis vacaciones, ¿no?.

         - No voy a seguir contigo. No puedo seguir perdiendo tiempo en campos de regional cuando tengo representados en algunas de las mejores ligas del mundo. -Sus manos jugaban con la copa de cerveza y su mirada estaba fija en el dedo de espuma que la cubría- He hablado con 9 equipos entre 2ªb y 3ª y no ha habido forma de colocarte. Tengo un amigo que preside un pequeño equipo en el sur, cerca de mi pueblo. Es un recién ascendido a la 1ª andaluza, tiene el presupuesto más bajo de la categoría y la ficha no podrá ser muy alta.


         Se detuvo para echar un trago mientras seguía con la mirada fija en la copa, como si no se atreviese a mirar a la cara de su protegido. David apuró su botella y con un gesto a la barra pidió otra.


         - Te ofrecen vivienda y el sueldo justo para vivir, pero si quieres permitirte algún capricho, tendrás que sacarlo de otro sitio. Con la ficha que te pueden pagar (y créeme, ellos harán un gran esfuerzo económico para poder ofrecerte esa cantidad) sólo tendrás para comer si te administras bien y no haces tonterías, algo que por otro lado, me sorprendería bastante. Tendrás que buscarte algún trabajo adicional, pero si te decides, la misma directiva te ayudará a buscar algo compatible con los entrenos.


         La resignación se leía en la cara de su jugador, pero eso a él no le preocupaba. En estos momentos estaba mucho más preocupado por reprimir las lágrimas que por la opinión David. Para él se había convertido en uno más de sus hijos. Le dolía todo lo que había sufrido durante los últimos 10 años, pero sobretodo le dolía no haberle podido recuperar para el fútbol. Lo había intentado todo, los dos sabían que lo había intentado todo, pero David llevaba demasiado tiempo sin poner nada de su parte.


         - No te preocupes Pepe -le cogió de la mano y sonriendo le guiñó un ojo- Te comprendo perfectamente.-Cogió una aceituna y se la llevó a la boca: tal vez el cambio de aires le fuese bien.

         - En el pueblo comerás muchas de esas, y mucho mejor aliñadas- Torres parecía algo más relajado- Hay pocas aceitunas como las de Jaén.


         Continuaron hablando durante un buen rato. David le preguntó por la situación de algunos jugadores con los que había coincidido a lo largo de su carrera y Torres le fue informando de todos y cada uno de ellos. Al día siguiente tenía que coger un avión hacia Londres para el que iba a ser uno de los traspasos más sonados del verano. Además de este, tenía que cerrar negociaciones en Mallorca, Sevilla y posiblemente mandase un par de chavales que aquí no tendrían sitio a coger experiencia en la 1ª división griega.


         - No hay mucho nivel, pero los clubes pagan bien. Los chavales tendrán minutos y ganarán experiencia porque tanto los medios como el público meten bastante presión.



         David le miró sonriendo. Era un buen hombre. Trabajaba mucho para conseguir lo mejor para sus jugadores aún renunciando a veces a parte de su comisión para que sus representados lograsen sus pretensiones. La verdad es que tenía razón cuando decía que no podía seguir malgastando su tiempo en campos de 3ª o de regional, tenía asuntos más importantes y rentables que tratar en las grandes ciudades.


         - ¿Cuando tengo que contestar a tu amigo?


         Empezaba a entrar gente en el bar. El partido acababa de terminar y el equipo de David había remontado en la 2ª parte. Ningún aficionado le dijo nada, la mayoría ni le reconocieron.


         - Quiere cerrar la plantilla como mucho en 10 días. Es un club pequeño, de un pueblo pequeño y formado en su mayoría por gente de la casa. Tienen unas instalaciones bastante buenas para la categoría y una de las mejores escuelas de fútbol de la zona. El pueblo es muy bonito y la gente muy agradable. Creo que es una buena opción.


         -A tu vuelta de Londres te llamo.



         La verdad es que no era una buena opción, era la única. Se despidieron con el compromiso de hablar en 3 o 4 días, pero el jugador tenía las cosas cada vez más claras. Una última temporada para poder vivir de esto mientras intentaba buscar algo que le diese de comer el resto de su vida.



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