Le
descubrí oculto entre una manada de caballos. Era algo más pequeño que los
demás, pero el brillo de su pelo hizo que me fijase en él. Me acerqué con
cautela, no quería que se espantará y huyera, y cuando estuve suficientemente cerca de él me di
cuenta de hasta qué punto era diferente, especial.
Desde
aquel día sigo visitándole siempre que puedo. Me encanta subir a su grupa y
notar su cuerpo bajo el mío mientras camina a paso lento por la montaña; el
grácil trote que entrecorta mi voz en los trayectos cortos. Disfruto de su
galope desbocado, con todos sus músculos tensos imprimiendo un ritmo frenético
y haciéndome sudar para no perder el equilibrio durante esa veloz carrera que
parece nunca terminar. Cuando paramos, acaricio su crin sudorosa, revuelta por
la velocidad y el viento, y le otorgo todos los mimos que se merece. Noto como
vuelve a la calma feliz de haberse dado cuenta a tiempo de que era distinto al
resto de la manada.
No
siempre que lo intento consigo cruzar mi mirada con la suya. Es un ser mágico
y, como tal, su mundo es mucho más complicado que la simple realidad. A veces
miro entre la multitud de caballos y solo veo eso, caballos; pero sé que me
está observando, sé que sabe que estoy ahí para cuando quiera volar sin miedo a
mirar atrás.
Hola David, es un precioso cuento de fantasía en el que me parece que el unicornio significa que no debemos perder de vista los sueños, la ilusión, el lado mágico de la vida.
ResponderEliminarTe felicito compañero y espero que tengas suerte con este cuento tan tan bonito que nos has regalado.
Yo diría que el tuyo es un relato para los que aún son capaces de soñar y conservan la capacidad de ilusionarse y ser niños a cualquier edad... ¡Precioso y entrañable, David! :)
ResponderEliminarUn abrazo.
Un texto dedicado a todos los que seguimos con el Síndrome de Peter Pan. Suerte en el Concurso.
ResponderEliminarHola David.
ResponderEliminarTal vez estoy enfermo, o tal vez influenciado por una plática que hay con unos amigos en el momento que te leo, pero tu relato a mí me parece de una carga erótica sensual muy alta. De cualquier manera está muy bien escrito y transmite mucho.
Felicidades.
José
www.cuentoshistoriasyotraslocuras.wordpress.com
Pues igual los dos somos enfermos...
EliminarUn saludo.
Un hermoso cuento donde se establece una bella relación cómplice entre el jinete y el unicornio, que le permite no solo galopar en tierra, sino cruzar los mares o atravesar el cielo en un vuelo mágico.
ResponderEliminarMuchas gracias, David, por hacernos volar la imaginación y vernos subidos a la grupa de esta criatura tan prodigiosa. Mucha suerte en el concurso.
Saludos cordiales.
Gracias, David, por participar con este relato en EL TINTERO DE ORO. Un abrazo y suerte!
ResponderEliminarNunca debemos perder la ilusión ni dejar de perseguir sueños. Un relato cargado de fantasía pero a pesar de ello apegado a la realidad. Suerte, David.
ResponderEliminarDavid, un relato fantástico lleno de magia. Muy bonito.
ResponderEliminarMucha suerte en el concurso.
Besos.
Que bonito!!!! Llévame un día contigo para conocerlo... Un sueño precioso. Suerte!!!
ResponderEliminarPrecioso relato el tuyo, David. Me ha emocionado. Delicado sin ser sensiblero; pura fantasía muy bien narrada.
ResponderEliminarUn abrazo, compañero, y mucha suerte.
Volar sin miedo a mirar atrás, precioso sueño.
ResponderEliminarUn cuento muy bonito David, con la magia que nunca se debería perder.
Mucha suerte en el concurso.
Un beso.
Hola David.
ResponderEliminarNos has contado un cuento para que soñemos, para dejar volar la imaginación, como los cuentos fantásticos que leímos todos, y que tanto nos gustaban, cuando fuimos pequeños. Mis felicitaciones y ¡mucha suerte! en el concurso.
Ariel
Me hizo gracia el comentario de José Luis, ... y quizás algunos más estemos enfermos. En todo caso si es una alegoría te ha salido magnífica,... y si es un cuento fantástico es bellísimo,... que cada uno lo interprete a su manera,... sanos y enfermos ;)
ResponderEliminarPues no hay que considerarse un enfermo, creo yo, las lecturas son tan válidas como las miradas... Suerte en el concurso, David, y enhorabuena una vez más por liderar esta estupenda iniciativa. Quizás el unicornio eres tú... ;) Besos festivos
ResponderEliminarGracias por comentar Eva, pero creo que te confundes de David. Yo no soy Rubio ni de apellido ni de pelo!!!
EliminarBesitos!!
¡Por favor, David! Disculpa mi craso error, me extrañó la apariencia del blog, porque lo leí en el teléfono y te juro que creí que el propio David Rubio se presentaba al concurso. Yo y mis meteduras de pata, ¡socorro! Son garrafales, como puedes comprobar... en tus propias carnes. Lo lamento de veras, mira que haberte confundido con tu tocayo... de todos modos podemos correr un tupido velo y listo, prefiero no eliminarlo, para dar fe de la mala jugada que me ha gastado el móvil... otras veces me borra la mitad de los comentarios... en fin.
EliminarNo se si podré perdonartelo alguna vez... jajajajajaja. No te preocupes, ningún problema. Aunque veo que has aprovechado para hacer la pelota al organizador... jajajajajajaja. Acaba de pasar un buen día!
EliminarHola, David.
ResponderEliminarGracias por compartir con nosotros este relato, me ha parecido muy original y con varias lecturas según leo en anteriores comentarios; el tema aparente y su una prosa son muy atractivos.
Te felicito por todo ello y te deseo suerte en el concurso.
Un abrazo.
Patxi.
Un precioso relato para los que no perdieron la capacidad de asombro.
ResponderEliminarMucha suerte
Un abrazo
Bonito cuento. Una alegoría a la capacidad de soñar, de no perder las ilusiones.
ResponderEliminarSuerte para el concurso
Un cuento precioso, David. Cuántas veces dejamos que muera nuestro pequeño unicornio en vez de creer en su capacidad para volar. Que tengas mucha suerte. Un abrazo
ResponderEliminarUn bonito relato en el que el unicornio parece ser simbólico, algo que nos retrotrae a la niñez y a su universo mágico.
ResponderEliminarUn abrazo y suerte, David.
Suerte colega. Me queda corto el viaje a lomos del unicornio. Tal vez mereciese la pena mostrar algo más de la relación entre el narrador y ese ser que solo ve él.Ahí puede haber historia. Tal como está me parece muy incompleta.
ResponderEliminar¡Ah! si pasas por el Museo de Historia Natural de London, podrás disfrutar de la visión de un fósil de Elasmotherium,no tan evocador como la imagen que pones en el blog ;-).
Hola David:
ResponderEliminarMuy bonita escena. Quién pudiera ver uno de verdad.
Suerte en El Tintero de Oro.
Nos leemos.
Un abrazo.
Mágico relato que percibo una profundidad en su lenguaje.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, David.
Un saludo.
Hermoso y tierno relato, con encanto como ya te dije en "Escribiendo..."
ResponderEliminarEspero que aquí tengas también mucha suerte.
Un beso.
Muy tierno relato. Me acordé de la canción del unicornio azul, solo que en este caso es al revés, el protagonista puede encontrarlo cuando lo desea.
ResponderEliminarMucha suerte en el concurso.
Un abrazo.
"sé que sabe que estoy ahí para cuando quiera volar sin miedo a mirar atrás." Precioso cierre para un cuento que nos envuelve con su magia y nos retrotrae a un mundo donde la imaginación, la creatividad y la fantasía formaban parte de la vida. Que no perdamos esa capacidad de soñar.
ResponderEliminarFantástico relato, David.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Suerte en el concurso.
Un abrazo.
David , un cuento que nos lleva la imaginación en grupa de ese unicornio a recorrer el mundo y lo que tiene de fantasía. ¡Suerte en el concurso!Un abrazo.
ResponderEliminarPrecioso. Mucha suerte en el concurso.
ResponderEliminarHola David
ResponderEliminarMe ha gustado tu relato lleno de fantasía e ilusión.
Suerte en el concurso
Saludos
Hola, David. Un placer leer tu relato con esa fantasía tan cercana y con esas pequeñas pinceladas eróticas que hacen disfrutar al lector de ese encuentro. Suerte en el concurso. Abrazos.
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