domingo, 15 de julio de 2018

2 ANIVERSARIO!!!!

           Esta vez no traigo un relato (aunque os deje los enlaces de esta semana) sino un inmenso agradecimiento.

        
           Hace dos añitos que asomé la cabeza por aquí. No tenía ni idea de como funcionaba esto y mi conocimiento de las redes era casi nulo. Pasado este tiempo, sigo sin tener muy claro como funciona esto y mi conocimiento de redes no ha mejorado demasiado, pero me encanta lo que hago. Todo comenzó por dos motivos, uno que me guardo y otro que no he cumplido pero que tampoco he abandonado, el de terminar la historia de ese futbolista canalla que comencé hace tanto tiempo y cuyo final, a pesar de estar escrito, todavía no se ha plasmado con palabras.


             Por el camino mucha gente, conocida y desconocida, que me ha ayudado a seguir adelante. Agradecer su entrega a la gente que hay detrás de algunas comunidades. Gracias a "Escribiendo que es gerundio", "El tintero de Oro" y especialmente a "Relatos compulsivos" que aunque últimamente lo tengo abandonado, fue fundamental para que mostrase mis escritos (pienso volver Sue, te lo prometo)

           
               Gracias a los que me habéis seguido a través de Facebook y habéis colaborado en mis propuestas, en breve vendrán algunas nuevas, espero que os gusten y os motiven para que sigáis inspirándome como hasta ahora.


               Y gracias a TI, sí, a ti que estás leyendo esto, que me lees desde hace dos días o hace dos años; gracias. Espero poder seguir compartiendo contigo relatos y sueños durante mucho tiempo y que disfrutes viviéndolos tanto como yo disfruto escribiéndolos.

               Os dejo los enlaces que he compartido en redes esta semana, los primeros siete relatos que se atrevieron a partir desde mi embarcadero en busca de aventuras:

LA TIERRA DE LOS SUEÑOS

EL EMBARCADERO

ENTRE REJAS

SIN CONTROL

LA MEMORIA DE LOS PECES

ADORO A ESA CHICA

EL TREN DE LAS 7.10


         Besitos, petonets, bicos y otra vez gracias!!!!!


P.D. Los próximos dos meses no publicaré con la misma asiduidad, pero apareceré esporádicamente mientras voy recargando pilas. 

martes, 3 de julio de 2018

LA DECISION


El sol comenzaba a hundirse en el pacífico cuando salió a pasear.  Notó el calor de la arena bajo sus pisadas, jugueteando entre sus dedos a medida que caminaba hacia la orilla para mojarse los pies descalzos. Le encantaba el olor a mar y caminar sobre la arena mojada hasta ver como  las olas, que  cansadas de su largo  viaje se rendían al llegar a la playa,  borraban las huellas que iba dejando tras de si. Era curioso, toda la vida se había dedicado a borrar su rastro y le resultaba paradójico observar la facilidad con la que el océano lo hacía desaparecer.





 El agua no estaba tan fría como en el Atlántico, pero no tenía nada que ver con su mar. Sabía que el trabajo para el que había nacido tenía sus inconvenientes. Tenía que reconocer que conocía cada rincón del planeta, pero solo, siempre solo. Viajar de país en país sin llegar a echar raíces nunca, sin formar esa familia de la que solía hablar de joven, mientras abrazaba a su chica a orillas del Mediterráneo, fue el precio a pagar. Todo eso quedó atrás en el momento en el que decidió su profesión. 




Se tumbó y fijó su vista en las nubes que se transformaban sobre su cabeza. Dejaba su mente en blanco y admiraba las figuras que formaban en distintos tonos de grises. Un coche descapotable se desfiguraba lentamente hasta parecer un cohete espacial y de ahí pasaba a mariposa de grandes alas. Sabía cómo terminaría aquello, siempre lo hacía igual. Las dos alas se unían poco a poco y comenzaba a intuirse algo que para él era un rostro humano. Sucedía continuamente. A veces creía cruzarse con ellas, otras, aparecían en sus sueños y también había momentos como este, en el que tumbado sobre la blanca arena, sentía una mirada acusadora que le juzgaba desde el cielo.




La decisión estaba tomada. Recuperaría su verdadera identidad y volvería al lugar donde nació. Quería volver a tener una vida normal, aunque era consciente que el recuerdo de sus víctimas le perseguiría durante el resto de sus días.