jueves, 15 de julio de 2021

Caminando para parar (V aniversario)

 

     Hoy este rincón cumple cinco añitos y aunque durante los últimos meses no le estoy haciendo todo el caso que se merece, sigue siendo parte importante de mi vida. A veces los nuevos proyectos (que poco tienen que ver con las letras) y otras, no nos engañemos, la falta de motivación hacen que cada vez me cueste más sentarme a escribir. Hay momentos en los que creo que sería más sencillo dejarlo estar o incluso empezar de nuevo en otro lado. Luego reflexiono y me doy cuenta de que, para bien o para mal, “Bajo mi embarcadero” es el camino que tomé en su día y aunque pueda hacer que cambie de dirección, no debo abandonarlo.

 

     No es nada nuevo que en el mundo que nos ha tocado vivir, entre estrés y prisas, la presión del trabajo, la de la convivencia (aunque viva solo convivo con mucha gente en el día a día) y a la que nosotros mismos nos sometemos, apenas tenemos tiempo para parar y dedicarnos unos minutos a relajarnos. Hay veces que incluso nos da la sensación de que perdemos el tiempo si pasamos un día paseando, tirados en el sofá viendo una serie o simplemente leyendo. “Este fin de semana no he hecho nada”. Tal vez si hiciésemos una segunda lectura de ese “nada” seríamos conscientes de lo importante que puede llegar a ser.

 

     Es curioso, pero me he dado cuenta que cuando peor estoy, cuando más ganas de parar el mundo tengo, yo camino. Sí, camino para parar. Tal vez por eso tengo tanto cariño a este blog, forjado a base de desgastar bolígrafos y suelas. Tal vez por eso estoy escribiendo este sin sentido, porque he decidido parar y, después de toda la mañana caminando, me han entrado ganas de abrir una cerveza fría, coger un bolígrafo y volver a invitaros a esta senda por la que hacía tanto tiempo que no transitaba.

 

     Perdonad por el tostón, igual no es lo que esperabais, pero sigo teniendo la necesidad de parar así que prometo volver a caminar en breve y retomar “Bajo mi embarcadero” allí donde lo dejé, sin importarme hacia dónde me lleve. 

 

    Gracias por estar ahí.