Aquí
arriba la temperatura es más baja. Comienzo a notar frío y, de manera
inconsciente, me encojo cada vez más sobre mi misma. Noto todas mis moléculas
acercarse, unirse hasta el punto en que sucede lo inevitable. Poco a poco me
compacto y a medida que mi cuerpo crece, el peso hace que me precipite al
vacío. Sí, ya sé que es ley de vida, pero a pesar de disfrutarlo no puedo evitar tener
un punto de temor cada vez que traspaso las nubes más bajas y caigo del cielo.
No
sé dónde estoy ni dónde aterrizaré. Tal vez en la hoja de una flor necesitada
de mí o tal vez me estrelle contra el duro asfalto de una gran ciudad. Eso es
lo que más me aterroriza. Solo una de las veces que caí en zona habitada fue
agradable. El viento hizo que fuera a parar sobre una pareja de amantes que
daba rienda suelta a su pasión. Intentaban en vano resguardarse de la tormenta en
un rincón cubierto por una pequeña cornisa. El calor de su piel hizo que
empaparles y mezclarme con su sudor fuese una experiencia difícil de olvidar.
Si
pudiera elegir, caería siempre en la naturaleza. Que millones de compañeras
amortigüen mi aterrizaje durante una tempestad marina, o en algún lago de
montaña, es una fiesta loca para nosotras. Las caídas en los bosques son
distintas. Las ramas de los árboles más altos van frenando mi descenso hasta el
punto de mantenerme unos instantes suspendida en el filo de una hoja. Desde
allí, burlona, propongo un pulso a la ley de la gravedad que siempre termino
perdiendo. Servir de alimento a la mullida hierba que amortigua mi derrota no
es demasiado castigo.
Siempre
me rodea la tierra que me absorbe, o multitud de compañeras de viaje, pero cuando
me evaporo y durante mi caída tan solo el aire me envuelve. Flotar lentamente
mientras me elevo hacia las alturas es algo de lo más relajante, sin embargo, y
a pesar de mis temores, no cambiaría por nada la sensación de libertad que
provoca una caída libre.
Nunca una gota el destino de una gota de agua podría haber sido narrado con tanta poesía y delicadeza. Un abrazo, David.
ResponderEliminarGracias tocayo!!!
EliminarBellísimo, David. Se puede sentir cada sensación y disfrutar de esa libertad que da el sentirse convertida en gota de lluvia. Muy poético y hermosamente bello.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por la visita y el comentario. Tiene que ser bonito poder sentirlo.
EliminarUn abrazo
Qué buena esa caída desde la visión de la gota de agua, muy original y narrado con delicadeza como te comentan los compañeros.
ResponderEliminarBesos
Me alegro de que te haya gustado el viaje!!
EliminarPetonets!
Nadie como tú y tus palabras para darle voz a una gota de agus.
ResponderEliminarLa verdad es que soy bastante transparente!!!
EliminarUn abrazo compañero.
Has puesto en boca de una simple gota algo muy hermoso. Esa seria la gota buena, la que cae sin enfado, sin buscar bulla. Porque también están las otras, las que caen con tanta fuerza y a raudales que dañan sin querer a los que tanto las han estado esperando.
ResponderEliminarBuenísimo, David.
Un abrazo.
Hay gotas buenas y gotas malas. Las gotas malas, al igual que a las personas malas, es mejor ignorarlas.
EliminarGracias por la visita.
¡Qué bonito, David! Por un momento he sentido esa sensación de pertenencia a una comunidad... ese "nosotras" colectivo es muy significativo, me pregunto ¿cuántas vidas tendrá una gota de agua? Aunque tú debes saberlo porque las narras todas con especial sencillez y delicadeza. ¡Un abrazo, corazón!
ResponderEliminarSupongo que se reinventan una y otra vez. Además viajan gratis, eso ayuda a seguir en la brecha.
EliminarBicos!
Hermoso y delicado relato.
ResponderEliminarCuriosamente me ha recordado uno que publiqué sobre el desarrollo de una semilla, aunque no tengan nada que ver. Un abrazo.
Pues tal vez esta gota haya dado vida a esa semilla en alguna de sus caidas!!
EliminarGracias Ana. Un abrazo
El ciclo del agua contada de una manera mucho más hermosa que la me explicaron mis profesores ;)
ResponderEliminarEstupenda entrada David!
Distintas palabras para el mismo final! Así seguro que lo habrías memorizado antes. Hace poco leí un relato sobre una niña que rimaba en clase y cuando todos sus compañeros comenzaron a dar las respuestas rimando, lograron que subiera el nivel de aprendizaje y sobre todo, el grado de felicidad.
EliminarUn abrazo.
Precioso y poético relato de la transformación que tiene el agua en ese ciclo maravilloso. Una gota que reivindica su individualidad, aunque como dice aquel personaje de la maravillosa Blade Runner: esos instantes se perderán como lágrimas en la lluvia (en este caso gotas)...
ResponderEliminarBello, David.
Un abrazo.
Se perderán, pero vendrán otros!!
EliminarEncantado de que vuelvas al redil, espero que recuperada del todo.
Un abrazo.
Precioso!!!!
ResponderEliminarGracias!!!
EliminarDavid ,precioso relato he compartido en facebock mi gracias por hacernos sentir leyéndote.
ResponderEliminarGracias a ti por el comentario, la visita y compartir!!
EliminarBienvenida a mi embarcadero!!!
Leyéndote le entran a uno deseos de ser gota de agua, de tan poética que se ha vuelto su vida. Un abrazo, David.
ResponderEliminarGracias Jorge!! Aunque tiene que ser duro no tener ni un momento para descansar.
EliminarUn abrazo
Original, poético y muy delicado. Un texto precioso, David.
ResponderEliminarGracias Marta
EliminarHola David, maravillosa gota de agua, tanto encierra, tanto cuenta; lo mismo desde arriba hacia abajo que al contrario. El sonido de la caída de una gota en un bosque tropical es maravilloso, no se podía haber contado mejor. Un abrazo
ResponderEliminarNunca la he escuchado caer en bosques tropicales, pero me encanta el ruido que hace al caer en los charcos.
EliminarUn abrazo
Narrar desde el punto de vista de una gota de agua es muy original. Contarlo con la sutileza de la poesía lo realza. Genial, David. Te felicito por ello.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias Carmen!!
EliminarUn abrazo
Nunca una simple gota de rocío fue tan alentadora y gratificante leer su peripecia antes de caer al suelo, esa caída libre es liberadora.
ResponderEliminarMuy bonito y fresco.
Un abrazo David S y suerte en el concurso el T.de Oro.
Puri
Gracias Puri!! Es la suerte de todo esto: puedo ser lo que quiera ser.
EliminarUn abrazo
Mira que es difícil dar "vida" a los pensamientos y sensaciones de una simple gota, además de fresca, alegre.
ResponderEliminarPero tú lo lograste, David.
Mucha suerte en el concruso.
Un beso
Gracias Chelo!!
EliminarDavid, ¡¡suerte con esa gota eterna!!
ResponderEliminarAl fin y al cabo es el destino de todos: una vez que caemos hasta el fondo solo nos queda subir.
Un abrazo.
Levantarnos y volar!!!
EliminarGracias por la visita
Delicado y bello relato. Das vida a esa gota de agua que transmite libertad y exquisitez. Suerte en el concurso. Un abrazo.
ResponderEliminarUn bien preciado al que le dedicamos poco tiempo
EliminarGracias Pilar
David, precioso y original relato. Cuánta vida y cuánta maravilla en una gota de lluvia. Te felicito. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Miry!!! Cabe todo un universo ahí dentro
EliminarQué poético relato has escrito de una gota de agua, me ha encantado. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Maria del Carmen!! Utilízalo de inspiración para tu próximo cuadro ;)
EliminarUn abrazo
Original relato el que nos regalas, amigo David; y muy elegante. Me encanta cuando se le quita el protagonismo a las personas y se le traspasa, por ejemplo, a una gota de agua como has hecho tú con tanto estilo y con tan buen resultado. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarTe deseo mucha suerte en el "Tintero".
Un abrazo.
El egocentrismo hace que nos pongamos demasiado frecuentemente de protagonistas. Hay cosas sencillas que tienen más vida que muchos seres humanos.
EliminarGracias por pasarte!
Hermoso relato, me encantó esa gota que no sabia donde iba a aterrizar.Me gustó mucho
ResponderEliminarAna María Caillet Bois
A todos nos ha pasado alguna vez. No deja de ser miedo al futuro.
EliminarMe alegro que te haya gustado
Un texto realmente precioso y muy original, David. Creo que he llegado a envidiar las sensaciones de esa gota de agua :))
ResponderEliminar¡Un abrazo!
También la de estrellarse contra el asfalto??? jajajajaja
EliminarUn abrazo
Me ha gustado mucho, David!
ResponderEliminarBien narrado, lleno de dulzura, sorprendente y original.
Enhorabuena y suerte
Gracias Paola!!
EliminarUna gota simpática, juvenil, retozona..., y al tiempo concienciada. Muy hermoso tu relato y muy original, David.
ResponderEliminarUn abrazo
Cómo sabemos si tienen o no conciencia??
EliminarGracias por la visita y el comentario Juan Carlos.
Un abrazo
Hola David.
ResponderEliminarDesde luego, no se puede poetizar más el periplo de una gota de agua. Tienes un modo de escribir sensitivo y lírico, una impronta que dejas asomar en casi todos los aportes que te he leído.
Muy muy bonito y visual, relaja el leerlo.
Suerte en el concurso compañero.
Gracias Tara! Bastante estresa nuestra vida diaria. Pocas cosas relajan más que ver caer la lluvia...
EliminarHola, David
ResponderEliminarEstupendo relato, me parece poeticamente hermoso.
Un abrazo y suerte en el concurso!
Gracias Yessy!!!!
EliminarMe ha encantado tu relato, David. Sin duda es una original narración de lo que debe sentir una gota de lluvía al caer. Mucha suerte en el Tintero, un saludo.
ResponderEliminarUn intento por lo menos! Tiene que ser bonito poder ser una.
EliminarUn abrazo y gracias por pasarte
Encantadora visión de una hoja y su tránsito, en particular la sensación de la caía libre... Me hace pensar en cuando tomamos una decisión que representa eso: la caída libre llena de una exitación mezcla de temor y emoción por lo que viene...
ResponderEliminarUn placer leerte David!
Abrazo!!
El placer es saber que me lees!!!
EliminarGracias por la visita.
Abrazo enorme
Un relato ciertamente original que evidencia tu capacidad narrativa para elaborar una fascinante historia a partir de algo tan natural como la vida de un agota de agua. Se me antoja una forma muy novedosa para explicar a los niños el ciclo del agua.
ResponderEliminarSuerte en El Tintero de Oro.
Te invito a conocer mi Blog de reciente creación: castroargul3.blogspot.com.es
Saludos cordiales, David.
Gracias Paco!!!
EliminarMe lo apunto! Pasaré a visitarlo en breve
Un abrazo
Enhorabuena David, es un trabajo muy bonito y se merecía ¡cómo no! estar en el podium. Hasta pronto compañero.
ResponderEliminarMIL GRACIAS!!!!! No había visto la gala cuando vi tu felicitación. Me enteré gracias a ti!! Me ha hecho muchísima ilusión.
EliminarUn abrazo
¡Hola David! Me alegra infinito este galardón de EL TINTERO DE ORO. Te he leído poco, pero lo suficiente para saber de tu calidad como escritor, para hilvanar historias, convertir tus relatos en magia.
ResponderEliminarEn Tertulia, puedes publicar cuando quieras. Un abrazo literario.
Gracias Lola!!! ;)
EliminarTe empese a leer ayer y estoy muy entusiasmada con tus cuentos.
ResponderEliminarPues bienvenida a mi embarcadero!!!! Me alegro de que te gusten los relatos
EliminarUn abrazo
No se porque las gotas de agua inspiran al romantisismo.
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