Escrito para "Escribiendo que es gerundio". El reto era comenzar una historia con "ahora" y terminarla con "final" sin utilizar más de cien palabras. Este es el resultado, espero que os guste.
QUEMANDO ETAPAS
Ahora, cumpliendo cuarenta y a
pesar de considerarse un hombre “feliz”, se daba cuenta de lo mucho que la
echaba de menos.
No tenía claro en qué momento la
había perdido. Nunca la apreció cuando la tuvo a su lado. Las locuras
cometidas, la energía inagotable que sentía con ella, las ganas de comerse el
mundo un día tras otro… Miles de experiencias que vivió sin vislumbrar que poco
a poco, se estaba alejando y nunca volvería.
Al ver las velas sobre la tarta,
fue consciente de que hacía tiempo que sus días de juventud habían llegado a su
final.
¡Para nada! Los cuarenta es una edad magnífica. Guardo muy buen recuerdo de ese año, ni más ni menos fue el año en el que comencé a escribir. Un abrazo!
ResponderEliminarMe ha costado escribirlo más de lo que puedes imaginar. A mis cuarenta sigo siendo un adolescente la mayor parte del tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo, tocayo!
Un buen micro David, un abrazo
ResponderEliminarGracias Maria del Carmen!!
EliminarBuen fin de semana.
No hay nada más triste que mirar atrás y comprobar que el tiempo ha transcurrido inexorablemente sin haber sabido apreciar las cosas buenas que la vida nos ha dado.
ResponderEliminarSaludos.
El problema es que por mucho que hayas disfrutado siempre tienes la sensación de que te has perdido algo!!!!
EliminarUn abrazo
De los errores solo nos damos cuenta a posteriori, cuando por fin se tiene la información que faltaba. ¡Ah, de haberlo sabido!
ResponderEliminarBien explicado.
Un saludo
Y puestos a equivocarnos, mejor hacer algo y equivocarnos que quedarnos con la duda para siempre,
EliminarGracias por la visita
Tú los cuarenta no los llevas muy allá, que digamos, jajaja.
ResponderEliminarBromas aparte, estupenda manera de reflejar esa amarga sensación que nos deja no haber aprovechado alguna de las oportunidades que la vida tiene a bien ofrecernos...
Volviendo a lo tuyo, sigue siendo un Peter Pan, David, que los niños que llevamos dentro tienen derecho a seguir pensando que la vida es un regalo.
Besos de noviembre :)
Igual está mal que lo diga yo, pero los cuarenta me sientan genial!!!
EliminarUn abrazo
No hay que sentirse triste por cumplir años, y si uno se da cuenta que el tiempo se le ha parado pues a darle cuerda de nuevo, ;)
ResponderEliminarUn beso.
Siempre "palante". Que la juventud se va, es un hecho, pero nosotros debemos seguir a lo nuestro.
EliminarUn abrazo
Curioso, además de ser unos renglones muy sugerentes,me han confirmado lo que a menudo pienso, las personas somos muy diferentes pero nuestros sentimientos suelen ser a menudos muy parecidos.Un abrazo David.
ResponderEliminarGracias Pilar.
EliminarMe has engañado, David. Supongo que esa era tu diabólica intención, je, je, je.
ResponderEliminarYo también he pasado de los cuarenta, y se que me he hecho mayor cuando se me escapa aquello de: "En mis tiempos...", al más puro estilo abuelo Cebolleta.
Un abrazo, amigo.
La juventud deja paso a los recuerdos, pero no tenemos que de crear futuros recuerdos.
EliminarUn abrazo.