lunes, 13 de noviembre de 2017

UNA NOCHE AL AÑO



     Atravieso la puerta cuando las campanas del reloj de la iglesia anuncian las doce. Es una noche fría pero, a pesar de eso, hay bastante movimiento en la calle. Tránsito de coches y gente que camina a buen paso para mitigar las bajas temperaturas mientras se acercan a su destino. Casi todos llevan la misma dirección que yo, ya que debo cruzar la plaza para llegar a casa y allí es donde está organizada la fiesta de Halloween. Un grupo de música ameniza la velada desde un pequeño escenario mientras vampiros, zombis y demás monstruos danzan al ritmo que suena en ese momento.


     Cruzo entre la multitud sin detenerme y enfilo la calle del parque. A medida que me alejo de la fiesta el silencio envuelve mis pasos. Siempre me gustó caminar por aquí en otoño: las hojas secas inundan las aceras y las tonalidades marrones, amarillas y ocres dan al parque un aspecto inmejorable.


     La casa está completamente oscura cuando llego; debes estar dormida. El aroma dulzón a boniatos y castañas asadas lo inunda todo, y el calor que desprenden las pocas brasas que laten en la chimenea, caldean la cocina manteniendo un agradable ambiente. Barry viene a darme la bienvenida en silencio. Nunca me llevé bien con los animales y menos con los gatos negros, pero tengo que reconocer que él me ganó desde su llegada. Le digo “buen chico” dándole una palmadita y, tras un maullido quedo, vuelve a su cesta junto a la chimenea.


     Subo las escaleras pero me detengo ante la puerta entreabierta del dormitorio. Intento calmarme y controlar mis ansias de verte. 


     La luz de la luna llena entra por la ventana iluminando suavemente el interior. Siempre te gustó dormir viendo la luna y dejar que los rayos del sol te despertasen a través de los cristales. A veces me adelantaba al astro rey y me metía bajo las sábanas para saborearte y hacer así realidad mis sueños mientras tú terminabas con los que el subconsciente te provocaba.
 

     Mi lado de la cama está intacto. Sobre tu mesita el radio-despertador que nunca dejas sonar, tus gafas de estar por casa y aquella pequeña lamparita con forma de globo terráqueo que te regalé en una de nuestras primeras citas.


     Me aproximo para observarte de cerca. Tu melena negra desordenada sobre la almohada, tu semblante relajado, tus finos labios dibujando una media sonrisa que por momentos me provoca ganas de comerte a besos. Multitud de recuerdos que se amontonan en mi mente hasta el punto de hacer temblar mis piernas. Ni en mil vidas sería capaz de encontrar algo más bonito que tu cara mientras duermes. No quiero despertarte. Me quedo en un rincón admirando tu rostro, contemplando como el edredón sube y baja al ritmo de tu respiración, imaginando como sería provocar que esa respiración se alterase y poder tocar al cielo contigo.


     El tiempo vuela. Los números fosforescentes del reloj marcan las cinco treinta. Me acerco a ti, te susurro un “siempre te querré” al oído justo antes de rozar tus labios con los míos sin llegar a despertarte y me despido hasta el año que viene. Tú sonríes feliz. Yo lloraría, pero mis ojos hace mucho que se secaron. 


     Debo marchar, la puerta se cerrará con la salida del Sol.

34 comentarios:

  1. Un relato que nos prepara para una historia de terror, pero que nos deja el corazón encogido. Un narración que nos mece a través de ese viaje al centro de su universo, que es el dormitorio de su amada. Para dejarnos ese beso anual, resignado y hermoso al mismo tiempo. Un abrazo!

    ResponderEliminar
  2. Precioso relato con un final desconcertante.Abrazo

    ResponderEliminar
  3. Amor más allá de la muerte. Precioso relato, David. Nos has engañado haciéndonos creer que se trataba de un relato de terror, un thriller quizás, y nos sorprendes con uno de amor sin exceso de azúcar, con la cantidad justa de drama, fantasía y sensibilidad.
    Un abrazo, monstruo.

    ResponderEliminar
  4. Una hermosa historia, perfectamente narrada que incita a leer con un final desconcertante.
    Un cóctel de emociones, sensaciones y sentimientos. Besos!!

    ResponderEliminar
  5. David, esta tarde leo tu relato.Te dejo aquí el link para escuchar la radio. Esta tarde a las cinco salgo al aire. Gracias y un abrazo.
    Para la web, si te conectas desde el ordenador
    http://s1streamingradio.desafiohosting.com:2199/s…/raquelfr/
    Para el móvil prueba con cualquiera de estos dos enlaces:
    http://s1streamingradio.desafiohosting.com:8018/stream.m3u
    http://s1streamingradio.desafiohosting.com:8018/stream

    ResponderEliminar
  6. Amor, eterno y precioso amor.
    Yo también creí otra cosa al principio, últimamente me engañas siempre, :)
    Un abrazo, y feliz fin de semana.

    ResponderEliminar
  7. En un principio creí que me sentiría como Cenicienta, pero ya veo que se trata de la esperada visita del Día de Difuntos... tierno y entrañable relato, David, se me esponja el corazón. Besos de fin de semana.

    ResponderEliminar
  8. Un relato precioso, David, lleno de ternura. Pena que no pueda tener un final feliz en el mundo de los vivos.

    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
  9. No puede ser más bonito. Dulce, tierno, mágico, conmovedor...

    ResponderEliminar
  10. Precioso David. Al principio creía que era un relato de miedo y que el protagonista era algún asesino..., pero finalmente es una bella historia de amor que sobrevive a la muerte. Me ha encantado.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Un relato precioso. Muy dulce y conmovedor.

    ResponderEliminar
  12. Bonito relato David, que como a otros pensaba que era un relato de miedo y ha resultado de una gran ternura, un amor que no tiene límites aunque solo podrán verse de momento así.
    Besos

    ResponderEliminar
  13. Un relato muy emotivo y triste según se mire. Siempre hablamos de cómo nos gustaría poder contactar con nuestros seres queridos ausentes, pero nunca pensamos que ellos también pueden sentir el mismo deseo hacia nosotros.
    Me ha gustado mucho, no solo el fondo sino la forma de narrarlo.
    Suerte en el concurso del Tintero de Oro.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  14. Hola David. Después de la medianoche camina a su casa, la observa, la desea, hasta que llega el momento de irse. Una ceremonia que realiza una vez al año. Un relato delicioso.
    Suerte en el concurso. Saludos.
    Ariel

    ResponderEliminar
  15. Nunca pensó que cualquier Halloween se va encontrar con el otro lado de la cama ocupado? ;)

    ResponderEliminar
  16. Cuando he empezado a leerlo esperaba un relato de miedo, tan propio de Halloween pero, en cambio, me has deleitado con un precioso relato de amor, un amor más allá de la muerte. Precioso.

    Mucha suerte en el concurso.

    ResponderEliminar
  17. Hola David, una noche para un encuentro venido del más allá. Esos pasos del comienzo despistan tanto que no sabía bien el final. Amor. Un abrazo

    ResponderEliminar
  18. ¡Qué bonito David! Hay delicadeza en el modo de contar, y con el mismo trazo sutil describes la calle del parque, el paisaje otoñal que el paisaje de la amada inundada de la luz de la luna.
    Buen efecto el del gato reconociendo al amo y final que sorprende.
    Te deseo suerte en el concurso compañero.

    ResponderEliminar
  19. Hola, David. Tu estupendo relato me ha parecido enternecedor, al extremo de hacer, en este caso sí, humedecer mis ojos, al contrario de lo que ocurre con tu incorpóreo protagonista. Sutileza y detalles mezclados con maestría para regalarnos un texto magnífico por el que te felicito.
    Te deseo suerte en el concurso.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  20. ¡Hola David! Vengo de la mano de tu tocayo, por el concurso El Tintero de Oro que organiza.
    No soy más lista que nadie, por lo que también me esperaba alguna historia de las típicas de Hallowenn. Gratamente descubro que has jugado al despiste de forma delicada y con unas descripciones que permiten visualizar cada escena (el paseo hacia casa, la habitación, su amada...). Genial relato.
    Que tengas mucha suerte en el concurso.
    Un beso

    ResponderEliminar
  21. Genial relato David. Me has dejado impresionada por este relato que pensaba al principio que era de terror y lo has acabado con una dulzura de amor y descripción maravillosa. ¡Suerte en el concurso!
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  22. Hola David! Acabo de leer tu bonito relato. Muy sugerente, por el título esperaba encontrar otro final, pero me has engañado...Nos vemos en El Tintero..¡Saludos!

    ResponderEliminar
  23. Hola David,
    Un trabajo muy elegante, con un punto de vista claro y un narrador en primera persona como personaje principal, que cumple su papel a la perfección, sin que el autor aparezca por ahí a estorbar. Es en estas ocasiones cuando el lector empedernido no abandona la lectura. Gracias

    ResponderEliminar
  24. Me voy con un nudo en la garganta. Es conmovedor. Comienza el relato y nos vamos hacia los pasos del terror. Pero no... es una forma poética, de sentir y creer, en esos amores truncos y eternos que nos cuidan, aun después del último adios. Una redacción impecable (sobrado un "me" por ahí) que facilita una lectura muy fluída y estimulante.
    Un fuerte abrazo y mi deseo de que tengas buena suerte en el sorteo.

    ResponderEliminar
  25. Hola David.

    Que bonita historia. Saber que los seres queridos te visitan al menos una vez al año te llena de esperanza, aunque también de pena.

    Suerte en el tintero.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  26. Ay, David, qué historia tan triste. Tan solo una vez al año puede visitarla y solo mientras duerme. El resto del tiempo, soledad y añoranza.
    Muy hermoso y muy bien escrito.. que tangas mucha suerte.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  27. Bruno una historia cargada de sutileza y elegancia en todo su contenido, esa visita que nos alienta a sentir añoranza de los que ya no están y esa noche acuden a contemplar su sueño.
    Suerte en el concurso. Por mi parte tienes mi felicitación.
    Besos.
    Puri

    ResponderEliminar
  28. David!! Qué maravilla tu texto. Precioso por completo.
    No hace falta decir que es un muerto nostálgico que ha salido ese día del año para saberlo. Todo este recorrido de imágenes creadoras de ambientes, visuales y olfativos de sus pasos para legar a ella, su relación con el gato, el final. Me encantó amigo!
    Hay un error de dedo en el penúltimo párrafo, se repite dos veces "Me, me" cámbiale eso y queda 100.
    Un placer completo leerte!
    Abrazo!!

    ResponderEliminar
  29. Estos muertos queridos que nos echan de menos y vienen a visitarnos cuando las puertas se abren una vez al año son tan respetuosos...
    Muy intenso.
    Abrazos.

    ResponderEliminar
  30. Hola, David. Tu relato despierta emociones. Es muy bonito como narras esos deseos amorosos. Al leerlo me viene a la memoria aquella película de hace años, "Gost", que tanto gustó. Es un consuelo pensar que los seres queridos no se van del todo. Suerte en el concurso. Abrazos

    ResponderEliminar
  31. Este fantasma me ha emocionado. Que mas puedo decir

    ResponderEliminar