No entiendo por qué sigo haciendo esto. Vale que me gusta caminar solo; vale que el Camino de Santiago es un buen lugar para perderse y meditar pero ¿por qué comienzo las etapas tan temprano? Todavía es noche cerrada y a pesar de que falta más de una hora para que empiece a clarear, hace rato que camino. Por la ciudad no me preocupa, pero estoy parado a la entrada de un bosque en el que la luz que estaba enviando la Luna hasta hace un momento no se atreve a entrar.
Saco mi pequeña linterna y la enciendo.
−Linterna pequeña –me aconsejaron mis amigos.− Si es muy grande pesará demasiado y la mochila tiene que ser ligera. Además, seguro que no la utilizas.
¡Por qué les haría caso! Con la linterna encendida apenas ilumino tres o cuatro metros mientras me adentro, balanceando el haz de luz de un lado a otro, intentando localizar la ansiada flecha amarilla que me indique que camino en la dirección adecuada. La veo pintada en una roca medio cubierta de musgo, parece que voy bien. Lo que fuera del bosque parecía una suave brisa provoca mil sonidos. Las ramas crujen en los árboles, las hojas secas bajo mis pies y las sombras bailan entorno a mí al son que marca la luz que me guía.
De repente todo cambia: un silencio sepulcral me rodea hasta que, justo cuando mi linterna se apaga, una risa estridente retumba en el bosque helándome la sangre.
Continuará.
Hola David. He visto el haz de luz de la linterna balanceándose y ese bosque tenebroso en la oscuridad. Desde luego, el ambiente hay tensión en el ambiente, cualquier cosa puede ocurrir, esa risa no presagia nada bueno.
ResponderEliminarEn cuestión de seguridad, nunca hay que hacer caso de los demás. Ande yo caliente, ríase la gente. Y por mucho madrugar no amanece más temprano. Y, por fin añadir que las prisas son malas consejeras. El caso ahora es ver qué le deparará el haber tomado todas esas malas decisiones. El suspense está servido, je,je.
ResponderEliminarUn abrazo.
es que, aunque pequeña, tiene que ser una buena linterna. ¿No has visto esas de la policía que llevan siempre debajo de la pistola? Son pequeñas, pero alumbran mucho. Bueno, fuera de bromas, un relato en el que has sabido ir aumentando la tensión hasta dejarnos con muchas ganas de saber qué va a suceder y a la vez, relajados de que todo haya terminado y la tensión baje de pronto.
ResponderEliminarUn beso.
Hola, David. Me ha gustado mucho cómo nos introduces en esta historia. El clima va creciendo en misterio y nos dejas con esa risa que hiela la sangre.
ResponderEliminarMuy bueno
Un abrazo
El bosque siempre ha sido un lugar misterioso, porque parece algunos arboles no quieren a los seres humanos. Ademas de que los habitantes del bosque son espectros y fantasmas. Realmente no es recomendable andar por aqui y por alli en la oscuridad. Ahora bien con el continara, no sabemos que le ocurrio al protagonista del relato.
ResponderEliminarUn relato que es puro suspense. Muy bien ambientado y muy bien reflejado el nerviosismo y la tensión del protagonista. Muy buen micro, David. Me ha encantado.
ResponderEliminarComplicado lo va a tener el protagonista para poder salir sano y salvo de este paraje tan inhóspito y para colmo de males sin disponer de una buena linterna, que acaba apagándose justo en el crucial instante del "continuará". Eso ya da mala espina.
ResponderEliminarMuy bien ambientada la historia acompañada de la acción "in crecendo" hasta ese momento álgido del "continuará".
Un saludo, David.
Me uno a Josep María con los refranes. Un bosque, de noche, sin linterna y una risotada horrible no pinta bien. Tengo la esperanza de que sea el dueño del albergue de donde partió para avisarle que lleva dando vueltas dos horas.
ResponderEliminarBuen relato. Saludos.
Jajajaja,... fíjate que siempre pensé que sentido tenía esa obsesión por hacer el camino por la noche,... quizás sea para encontrar plaza en el albergue de destino?
ResponderEliminarSi es así, creo que la risa estridente proviene de alguien que ya tiene plaza.... jajaja
Buen relato David!
¡Hola, David! Jo, qué atmósfera has construido. Has usado perfectamente el continuará de anticipación. Durante el relato vas apuntando las circunstancias relevantes. La noche, la linterna, ese bosque... anticipas que se adentra en territorio misterioso y el continuará nos llega justo cuando entramos con ese bosque y nos recibe esa risa sepulcral. Un continuará de los de toda la vida que hace imposible no lanzarse a por la continuación. ¡Reto superado!
ResponderEliminarHola, David. Te leo y me veo en el Camino buscando la flecha. Nos metes en la espesura de un bosque, casi a oscuras, creas tensión ambiental, nos apagas la linterna y ¿nos dejas colgados así, con la sangre helada? Muy buen micro. Continúa, por favor.
ResponderEliminarUn micro relato que casi es pura trama únicamente. Y eso es mucho, me parece un acierto de primera línea porque el narrador-personaje en primera persona, en pocas palabras lleva al lector al borde del abismo.
ResponderEliminarDicho lo anterior, EMDO tal vez mereciese la pena, revisar un par de «lugares comunes» que meten disonancia en el conjunto, porque además van en el último párrafo:
1 - Silencio sepulcral
2 - Risa estridente
e incluso «helándome la sangre».
En el acertado comentario de David Rubio se escapa un «aparente» desliz a modo oxímoron que puede ser muy interesante y ayudar a la transformación de ese segundo párrafo. David Rubio cambia (de forma involuntaria, supongo) el modificador y la risa pasa a ser una «risa SEPULCRAL». Con el cambio de modificador no solo se borran los indeseables lugares comunes si no que se introduce un plus de desconcierto en el personaje que no distancia al lector, antes bien aumenta su congoja, en el momento crítico que el narrador elige para el cuelgue.
En resumen, algo parecido, pero mejor hecho -;) podría quedar así (aprovecho el "desliz" de D. Rubio;-)):
un silencio estridente me rodea hasta que, justo cuando mi linterna se apaga, una risa sepulcral retumba en el bosque mientras hierve mi sangre.
Como te decía, me parece un micro muy acertado y todo lo dicho solo es una opinión tan despreciable como la de cualquiera, ya que está claro que lo único que interesa es tu trabajo.
Un abrazo y haya salud
¡Dioooos! que escalofrío tan repentino me ha entrado así de pronto.
ResponderEliminarHola, David. Te felicito por un trabajo bien hecho. Reto superado! Un abrazo.
ResponderEliminarSe palpa la tensión en casa frase. Puede que sea por mi miedo a la oscuridad, pero lo has clavado, compañero, y ese continuará aún me deja más temores por desvelar.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un abrazo.
Has conseguido sembrar la intriga y esa risa buff no sé yo si llegará al próximo albergue el caminante.
ResponderEliminarUn abrazo
Desde luego has dejado el "continuará" en el momento más cabrón, ergo el más oportuno.
ResponderEliminarMuy bueno el micro.
Un abrazo.
Un buen momento de tensión, que se puede convertir en terror si la mente colabora David, y me parece que el apagarse la linterna inesperadamente ayuda mucho a eso. El continuará quedó muy bien sembrado.
ResponderEliminarMuy bueno el micro, visual e inquietante, además de ese intrigante final.
Hola, David
ResponderEliminarCuanto suspenso, tiene misterio, es espeluznante, muy original. Vaya bollo en que se ha metido tu protagonista, que está definitivamente en peligro.
¡Me encanta!
Saluditos
Qué situación, pobre viajero. Me gustaron mucho las descripciones, pude sentirme en medio de la oscuridad en ese bosque también. Un abrazo.
ResponderEliminarEl bosque en la noche es un buen lugar para las apariciones fantasmales, . esa linterna de poco la va a servir si quiere iluminar al espectro que lo persigue.
ResponderEliminarVeremos como acaba la historia.
Un abrazo David.
Puri
Bueno David, desde la primera frase "No entiendo por qué sigo haciendo esto", ya nos dices que algo no va bien . Y esa sensación de incrementa con cada paso que da el protagonista, rumbo al bosque misterioso y diabólico de nuestras pesadillas. Se apaga la luz y una risa acentúa ese "continuará".
ResponderEliminarPerfecto.