"¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son." Calderón de la Barca.
Desperté en la cama de una cómoda habitación de hotel. La melena morena que se dibujaba sobre la almohada se encargó de recordarme que no todo es malo en los congresos de cirugía cardiovascular. Ser uno de los ponentes más jóvenes tenía algunas ventajas. Me di una ducha rápida antes de vestirme y poner rumbo al aeropuerto sin molestarme en despedirme.
El avión salió puntual y, a pesar de no querer dormirme temiendo lo que podía suceder, el cansancio terminó venciéndome.
Desperté entre cartones, con un tetrabrik de vino vació junto a la chaqueta que hacía las veces de almohada. Escondí parte de mis pertenencias entre dos contenedores ya que no podía llevarlas al refugio municipal. Tuve suerte y me otorgaron una cama, así que pude darme una ducha rápida (aunque con agua fría) y cenar caliente por primera vez este mes justo antes de envolverme en unas sábanas ásperas que me parecieron el paraíso.
Abrí los ojos cuando el avión aterrizaba. Todavía me parecía notar el olor a desinfectante de la habitación compartida. Cuando llegué a casa me encontré a Eva con ganas de guerra. Después de una semana sin verla no se lo pude negar por muy cansado que estuviese. Nos dormimos abrazados después del segundo polvo…
Al despertar en el catre que me asignaron ayer, la luz del sol comenzaba a entrar por la ventana. Echar dos polvos y despertar en un colchón me hace pensar que la vida (o los sueños) no siempre son tan crueles.
Hay sueños que no son tan malos. Muy bien narrada esa aventura.
ResponderEliminarUn abrazo
Todo depende de quien sueñe. Gracias por pasarte por aqui!
EliminarLos sueños de este hombre coinciden siempre en ña misma tematica. No me extraña que tenga esa fijacion con dormir.
ResponderEliminarAbrazoo
Si pero... Quien de los dos sueña?
EliminarHola David , es la primera vez que te leo en un reto para el tintero de oro
ResponderEliminarque yo también participo , y la verdad es que entre sueño la vida le da una de cal y otra de arena ahora solo falta saber cual es la real , me a gustado mucho tú relato saludos de flor.
Hola, David. Muy chulo este bucle de sueños donde no sabemos que es real y que es el verdadero sueño. Originalísima propuesta.
ResponderEliminarSaludos.
Muy bueno tu micro, cuál es la vida real y cuál la soñada, no podría identificarla, muy bien narrado, me gustó mucho, saldos.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Estupendo, David. Imposible discernir entre sueño y realidad. Un micro que pone de manifiesto lo frágil que es siempre la línea que nos separa del abismo. Me ha encantado.
ResponderEliminarGenial relato en el que no se llega a saber qué es el sueño y qué, la realidad. Y es que ¿quién nos dice que lo real no es lo que soñamos y el sueño lo que nos parece real? Muy bueno, de verdad.
ResponderEliminarUn beso.
Un micro genial donde la realidad y el sueño se confunden. Me ha parecido muy original y muy a propósito con la cita. Te felicito. Saludos.
ResponderEliminarCuriosa la vida, los sueños y quien lo sueña como dices en los comentarios. Un saludo.
ResponderEliminarLa cita del genio Calderón de la Barca es fantástica y aquí en tu micro no sabemos lo que es sueño o realidad , ambos se entremezclan de tal forma que nos lo impide distinguir.
ResponderEliminarUn abrazo David
Puri
Recuerdo una frase de una antigua serie de TV de los setenta.. La frase decia algo asi como: "Kwai Chang Caine soñó una vez que era una mariposa y, al despertar, no sabía si era un hombre que habia soñado ser una mariposa o una mariposa soñando ser un hombre"... asi como el probre Kwai , planteaste en tu relato una situación en la que no podemos discernir entre sueño y realidad dando ambiente a la frase que escogiste.. ¡Excelente!.. Saludos
ResponderEliminarHola David. Puestos a soñar, mejor hacerlo con algo agradable, sobre todo cuando la vida te ha tratado bastante mal. Al menos, siempre nos quedarán los sueños. Un abrazo.
ResponderEliminarPerfecta combinación entre realidad y ficción. Ay los sueños...si es que Calderón tenía más razón...
ResponderEliminarBien logrado, David. Tu micro es un encaje excelente de la histórica frase de Calderón. Un saludo.
ResponderEliminarEstar dentro de un bucle de líneas desdibujadas, sin saber con certeza qué es real y qué no lo es, me gustó el micro, David
ResponderEliminarUn abrazo
Genial micro, David, realidad y mundo onírico se mezclan en una misma cosa consiguiendo una maraña de vivencias a cada cual más buena.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Un abrazo!
Hola David,
ResponderEliminarMe parece muy original. Una pasada. Felicidades.
Un saludo.
Gracias Pedro!
EliminarPues es una pena que el reto solo permita 250 palabras, tu relato podría desarrollar con mayor detalle las dos tramas paralelas que has creado, dándoles profundidad y aumentando la paradoja que el lector percibe en tu micro. Me ha parecido una propuesta muy atractiva, interesante y me ha gustado. Buen relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
No se si habría quedado bien o no, pero es cierto que he tenido que controlarme con las palabras y, aun así, recortarlo y rehacerlo al final. Gracias por la visita
EliminarHola, David. No sé qué tomará este individuo, pero resulta estupendo. Le transporta a una vida de sueño y realidad que no distingue qué es qué. La construcción de relato me ha gustado. Por cierto, al empezar a leer el relato he tenido la sensación de que algo así te había leído. Me ha gustado mucho por su originalidad. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Isan. Pues que yo recuerde no, aunque en muchos de mis relatos los sueños están presentes y la imagen de la melena morena sobre la almohada seguro que la he usado más veces. Un abrazo
Eliminar¿Cual sueña? ¿O acaso los dos? De cualquier modo, excelente vivencia de la cita de Calderón en tan pocas palabras. Felicitaciones. Un saludo
ResponderEliminarMe perdí, en un momento no entendía nada, luego desperte dormido en una banca, el único polvo, era el que me había dejado la noche en esa banca
ResponderEliminar¡Hola, David! ¿Qué es la vida real? Somos nuestros recuerdos, pero esos recuerdos ocupan el mismo lugar que la fantasía, por tanto: ¿quién puede adivinar quién es el soñador de tu relato. El estupendo efecto que consigues es que en función de nuestra elección, el relato es completamente diferente. Si el que sueña es el mendigo interpretamos su fantasía como el deseo de una vida mejor; si el que sueña es el cirujano, ¿no estará ya hastiado de su vida y quiera algo más libre de horarios, compromisos y responsabilidad? Un abrazo!
ResponderEliminarHola, David. Pues sí que la vida es sueño paranuestro protagonista. Ahora bien, ¡¿cuándo descansa el pobre diablo?! Je, je, je.
ResponderEliminarUn relato perfecto, como siempre.
Un abrazo enorme.
Me ha gustado, David, la línea entre la onírico y lo real, sin que quede delimitado ambos conceptos. Una sombra, una ilusión, una ficción... como dijo el maestro.
ResponderEliminarHola, David. Yo creo que con tu micro has conseguido darle todo el sentido a la frase que escogiste. Para tu protagonista son los momentos de lucidez los que no le sacan de esa ensoñación etílica que es su vida. Seguro que cada noche intenta que sea la última, aumentando la dosis del peleón de cartón, y que sus recurrentes sueños puedan ser eternos.
ResponderEliminarSaludos.
Muy, pero que muy bueno, David, me ha encantado. Menos mal que la vida es sueño. Un abrazo.
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