“Menos mal que con los rifles no se matan las palabras.” Del poema de Manolo Chinato “Abrazado a la tristeza”
LA VERDAD
Nunca me había sucedido. Siempre fui bueno en mi trabajo, algunos pensaban que el mejor, por eso siempre existía alguien dispuesto a pagar mis elevados honorarios. Llegaba, cumplía y adiós muy buenas. Sin pensarme dos veces si lo que hacía era correcto ni las consecuencias que eso podría tener en el resto de la humanidad. No era mi problema si mis actos hundían una empresa, una familia o un país. Tan solo era un trabajo.
Todo cambió de la forma más inesperada. Estaba acostumbrado a recibir suplicas, tal vez por eso me sorprendió más la serenidad de su rostro. Me miró a los ojos sabiendo que mi presencia significaba que todo su mundo se iba a tomar por culo, pero con la tranquilidad de quien no se arrepiente de ninguno de sus actos.
-Sé que lo haces por dinero, solo por eso, así que no vayas muy lejos porque pronto otro ocupará mi lugar. Cogerá el testigo y seguirá luchando por lo que yo lucho, así que tu “jefe” tendrá que volver a contratarte una y otra vez. Los asesinos como tú podréis atemorizarnos, quitarnos la vida, pero no hacernos renunciar a creer que una vida mejor es posible.
Parecerá un absurdo porque lo era, pero nunca me habían llamado asesino a la cara. Aquellas fueron sus últimas palabras y aquel mi último trabajo.
Un golpe de realidad que no esperaba y el cambio necesario, que la conciencia se encarga de no hacernos olvidar
ResponderEliminarUn abrazo
Me ha encantado tu relato. Ese final es muy bueno como lo es el ritmo que va tomando y cómo va desvelando la realidad de los hechos.
ResponderEliminarUn beso.
Tambien vendrá pronto otro a sustituir al asesino. Buen crescenfo, se adivina que slgo gorfo va a pasaf pero no el qué.
ResponderEliminarLa frase acomosña sl texto.
Sbrazoo
Siempre habrá alguien dispuesto a hacer el trabajo sucio para los poderosos, por desgracia el dinero termina comprándolo todo. Al menos este abrió los ojos. Un abrazo.
ResponderEliminarVaya, vaya, cumpliendo los compromisos hasta el final. Al menos fue el último. Un abrazo
ResponderEliminarEstupendo, David. Un tono muy adecuado para la historia y un final muy logrado que no intuye hasta el último párrafo. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminar¡Hola, David! Ostras un micro negro de verdad. Además, nos deja un mensaje muy acorde con la cita. Ese final es sublime, el sicario cumple su encargo y deja de su trabajo, ese doble actuar le da mucho poso a la historia. Si continuáramos la cita casi añadiría que al contrario, son las palabras las que matan a los rifles. Un abrazo!
ResponderEliminarImpactante, muy bueno y con un gran final. Saludos.
ResponderEliminarSe rompió su cortina de cristal y se vio a sí mismo. Genial reflexión, un micro que puede ser literal o una alegoría muy lograda.
ResponderEliminarUn abrazo, David!
"Me da pena que se admire el valor en las batallas..."
ResponderEliminarHace años, escuché, por primera vez, este poema cantado por Chinato y Fito a duo, me impactó. Creo que le queda como anillo al dedo a tu relato, David. Un buen micro noir para una excepcional cita.
Me ha gustado tu buen relato. Un abrazo.
Vaya, David. Un asesino sin escrúpulos, tan lejos de aquel Leon que interpretara Jean Reno. "Ni mujeres ni niños", tenía como norma, y sin quebrantarla murió.
ResponderEliminarUn trabajo fenomenal.
Un abrazo enorme.
Buen relato y que bofetada de realidad como decían en un comentario de por ahí arriba, enhorabuena David.
ResponderEliminarMuy buen micro, perfecto para la cita que has escogido, muy buen relato, saludos, PATRICIA F.
ResponderEliminarEs muy necesario que haya alguien capaz de decirnos siempre la verdad. Así es como debería funcionar el mundo. Me ha encantado , David. Un asesino implacable que se corta la coleta, no sin antes acabar su ultimo trabajo, como un excelente profesional, jeje. Saludos.
ResponderEliminarHola, David. Hay que poner a todos en su sitio y en especial a quienes se creen por encima de los demás. Buen micro.
ResponderEliminarSaludos.
Estupendo relato, David. La valentía de los demás a veces nos muestra nuestra propia cobardía.Encantada de leerte. Un abrazo.
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