Todavía
había luz del día cuando regresaba al pueblo después del partido. Circulaba en
su moto por una carretera nacional con bastante poco tráfico intentando
encontrar la manera de ser fiel a lo que había visto en el terreno de juego sin
ser excesivamente cruel con sus compañeros. El partido había sido un completo
desastre. En la primera jugada del encuentro, un despiste en la zaga local les
había permitido marcar y colocarse por delante en el marcador, pero sólo fue un
espejismo. A partir de ahí, un equipo mejor, tanto técnica como tácticamente
les paso por encima. Sus jugadores eran más fuertes, más rápidos y tenían más
experiencia, así que en quince minutos ya les habían empatado, y desde ahí
hasta que el árbitro pitó el final, monólogo del Linares. La derrota entraba
dentro de la lógica porque se enfrentaban a uno de los favoritos al ascenso,
pero el cinco a uno que reflejaba el marcador al final del encuentro, era mucho
castigo para unos jugadores que n bajaron los brazos en ningún momento. Decidió
que eso era lo que tenía que explotar, dejar clara la realidad: el rival fue
superior, ya que es uno de los favoritos al título, pero los nuestros pelearon
todos los balones hasta el último minuto, incluso cuando era evidente que el
partido estaba perdido. Llevaba unas cuantas anotaciones de oportunidades por
cada bando, y a mitad del partido, se había sorprendido tomando notas sobre los
movimientos del rival en las jugadas de estrategia.
-Eso no lo incluiré en la crónica –se
dijo a si mismo- No se ni porque lo he apuntado.
Comenzaba
a trazar las curvas que descendían al valle. Por suerte, el primero era uno de
los desplazamientos más cortos, y al continuar las buenas temperaturas, había
sido factible realizarlo en moto. Se pasaría por la pensión a escribir un
borrador para Marta y luego lo comentarían entre los dos antes de que ella lo
puliera, al fin y al cabo, ella era la periodista. Se le pasó por la cabeza
hacer una visita a Jelena, pero el sábado en el cortijo fue intenso y hoy se
había levantado con la pierna dolorida.
-Me
parece que la rotura se agrandó con el esfuerzo de ayer, pero valió la pena.
Decidió
tomarse una cervecita después de hablar con Marta y luego decidir, al fin y al
cabo, el lunes tenían descanso y hasta la tarde del martes no le vería el
médico.
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